Normalmente cuando comemos fruta, tiramos lo que nos sobra, pero y si guardamos las semillas (o los huesos) que nos dejan y las plantamos, pronto nos ahorraremos un dinero y nuestra salud mejorará ya que consumiremos productos de nuestro magnífico huerto.
1. Aguacate
Fruta rica en grasas saludables y muy sencilla de plantar en maceta. Solo necesitas añadir un poco de tierra en el fondo de una maceta y llenarla con tierra. Podemos plantar la semilla pero es mejor comprar una planta de injerto y colocarla en un lugar muy luminoso de la casa, a ser posible con orientación sur y, para asegurar la polinización, es mejor tener más de uno.
2. Limones y limas
Con las pepitas de estas frutas puedes lograr abastecer tu hogar de limones y limas durante mucho tiempo. Solo necesitas lavarlas, abrirlas un poco y enterrarlas en un vaso con tierra. Hay que regarlas y poner un papel encima del vaso. Esperamos 15 días y la trasplantamos a una maceta. El limón Meyer o la lima Kaffir son dos variedades minis perfectas para cultivar en interior. Con un ambiente convenientemente muy luminoso y húmedo, que podemos lograr rociando las hojas del árbol con agua, lograremos unos limones perfectos sin coste alguno.
3. Moras
El Enano Everbearing es una morera enana perfecta para cultivar en interior y lograr así sus dulces y saludables frutos muy similares a las moras de la zarzamora que se cosechan a finales de verano. Con tierra común para plantas y una maceta amplia lograras una planta espléndida para decoración y, si eres constante en el riego, también unas dulces moras al final del verano tras recibir mucha luz desde primavera hasta otoño. En mi caso yo la planté gracias a un tallo de otra planta.
4. Cerezo
Este árbol frutal es uno de los más vistosos y populares ya que en primavera florece con unas preciosas flores blancas y rosas. El clima frío es perfecto para ellos, por lo que lo ideal es plantar sus semillas en otoño para que germinen tras lavarlas muy bien. Tardarán al menos dos años en dar frutos, por lo que, si no tienes paciencia, puedes optar por comprar un árbol de al menos esa edad.
Para plantarlas nosotros necesitamos colocar una capa de tierra y encima las semillas en un recipiente separadas entre ellas 2 cm, luego las cubrimos con una segunda capa y la metemos en la nevera entre 0 y 5 Cº al menos dos meses, controlando la humedad de la tierra. Tras ese tiempo, las plantamos. En otoño lo podamos y abonamos para prepararlas para el invierno. Si logramos un clima frío y mucho sol conseguiremos unas estupendas cerezas naturales y libres de pesticidas.
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